178. Todo el que sea consciente de una evidencia debía ir a la corte a testificar (Lv. 5:1)
“Si alguno pecare por haber sido
llamado a testificar, y fuere testigo que vio, o supo, y no lo denunciare, él
llevará su pecado”
Como
parte del pacto establecido entre Dios y su pueblo, claramente se señaló la
obligación de testificar para aclarar situaciones relativas a transgresiones de
otros miembros de la comunidad siendo que ese testimonio debía ser hecho
siempre basados en la verdad.
Lo
anterior aplica de igual manera para aquellos elegidos que hoy, habiendo
respondido al llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente
siglo, buscan alcanzar las promesas que se les han hecho respecto del reino
venidero.
Un reino
requiere de ciudadanos, en el caso del Reino de Dios es igual siendo que estos
ciudadanos serán aquellos que hayan calificado para ser parte del mismo, es
decir, los llamados y elegidos que hayan sido considerado fieles (Revelación
17:14). En este reino el mal no existirá más y las leyes divinas habrán sido
puestas en los corazones de los santos.
Revelación 20
1Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una
gran cadena en la mano. 2 Y
prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo
ató por mil años; 3 y lo
arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase
más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe
ser desatado por un poco de tiempo.
Isaías 11:9
No harán mal ni dañarán en
todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová,
como las aguas cubren el mar.
Ezequiel 11
19 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y
quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de
carne, 20 para que
anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por
pueblo, y yo sea a ellos por Dios.
Jeremías 31
33 Pero este es el pacto que haré con la casa de
Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la
escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo. 34 Y
no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce
a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más
grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más
de su pecado.
Ahora bien, respecto del
venidero del Reino de Dios, el siguiente punto tiene que ver con la edificación
del mismo, es decir, con aquellos frutos, aquellos resultados, que serán
consecuencia de los fundamentos del reino cuando éste se realice —amor, gozo,
paz y abundancia— sabiendo y entendiendo que las siguientes condiciones, así
como los fundamentos ya vistos, serán permanentes, siendo, en ese entendido,
que en el presente siglo los elegidos, tanto por su fe como por sus obras, están siendo
edificados para ser calificados para ser con Cristo reyes y sacerdotes
Amor
Siendo Dios amor (1 Juan
4:8), la principal característica de Su reino reflejará precisamente esto,
siendo que este amor estará presente en los ciudadanos del reino.
Isaías 19
22 Y herirá Jehová a Egipto; herirá y
sanará, y se convertirán a Jehová, y les será clemente y los sanará.
23 En aquel tiempo habrá una calzada de
Egipto a Asiria, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los
egipcios servirán con los asirios a Jehová.
24 En aquel tiempo Israel será tercero con
Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; 25 porque
Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y
el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Gozo
Dadas las condiciones del
Reino de Dios, tanto en sus fundamentos como en su edificación, otro de los
resultados de esto será el gozo que en el mismo se experimentará, gozo que
todos aquellos que hayan calificado para ser parte del mismo experimentarán
constantemente.
Isaías 65
22 No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma;
porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis
escogidos disfrutarán la obra de sus manos. 23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para
maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con
ellos. 24 Y antes que
clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído. 25 El lobo y el cordero serán apacentados
juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la
serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.
Paz
Otro de los
resultados visibles, palpables, experimentables del Reino de Dios será la paz,
profunda y extendida que en el mismo se experimentará, paz disfrutada por los
santos que lo habiten.
Miqueas 4
1 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová
será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y
correrán a él los pueblos. 2 Vendrán
muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del
Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas;
porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. 3 Y él juzgará entre muchos pueblos, y
corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para
azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación,
ni se ensayarán más para la guerra. 4 Y
se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá
quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.
Isaías 32
18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en
recreos de reposo. 19 Y
cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida.
Abundancia
Por último, el Reino de Dios
experimentará una abundancia sin precedentes, abundancia existente, sí, pero
también abonada con el trabajo de los santos que sean parte del reino.
Isaías 55
12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los
collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo
darán palmadas de aplauso. 13 En
lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y
será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.
Isaías 11
6 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará;
el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los
pastoreará. 7 La
vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey
comerá paja. 8 Y el niño de
pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano
sobre la caverna de la víbora. 9 No
harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena
del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Amós 9:13
He aquí vienen días, dice
Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que
lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se
derretirán.
Ahora
bien, específicamente en cuanto a que “todo el que sea consciente de una
evidencia debía ir a la corte a testificar”, esto se refiere a lo que se conoce
como la Gran Comisión que en su momento Jesús, antes de partir, dio a su
iglesia en la figura de sus discípulos: “Y les dijo: Id por todo el mundo y
predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será
salvo; más el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los
que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16:15-18).
Esta
ordenanza establece para los elegidos de no callar en cuanto la proclamación
del Evangelio, después de todo estamos llamados a ser luz del mundo y sal de la
tierra: “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se
puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de una vasija[a],
sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille
la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y
glorifiquen a su Padre que está en los cielos” (Mateo 5:14-16).
Ahora
bien, en cuanto aquello dicho por Jesús de que "en mi nombre echarán fuera
demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si
bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus
manos, y sanarán" (Marcos 16:17-18). Todo eso puede ser material pero más
espiritual: echar fuera demonios: liberar a la gente del dominio del Enemigo,
hablar nuevas lenguas: comunicar de nuevas formas las Buenas Nuevas, tomar en
las manos serpientes: ejercer dominio sobre la rebeldía innata, beber veneno
sin daño: conocer de doctrinas falsas sin tambalearnos en nuestra fe, y sanar
enfermos: liberar a los cautivos de las consecuencias del pecado.
El
mandamiento contemplado en las leyes mosaicas de que, todo el que sea
consciente de una evidencia debía ir a la corte a testificar, sigue vigente más
sin embargo espiritualizado referido ese conducirse siempre con veracidad en
cuanto a las testimoniales que sobre los demás hagamos, con justicia, sí, pero
también con misericordia, tal cual corresponde a todo hijo de Dios.

Comentarios
Publicar un comentario