6. Seguir a Dios (Dt. 10:20)
“A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás” Una vez que se ha reconocido la existencia de Dios, que se la identificado como uno, que se entiende la necesidad de amarle por sobre todas las cosas, y que por ende se le teme, que en función de esto queda clara la noción de servirle, lo que sigue para ello es seguirle. El principal problema de la humanidad en cuanto a su relación con Dios, problema cuyos orígenes se remontan, aunque no son exclusivos, a nuestros padres primigenios, se crea cuando se decide andar conforme a los propios pensamientos y no a los de Dios. “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12), señala la Escritura, más sin embargo una y otra vez, a lo largo de la historia humana, la decisión del hombre ha sido precisamente esa: seguir los dictados de nuestros propios pensamientos y de nuestras propias emociones. Ante los cuestionamientos que Job hacía sob