226. La pena de muerte puede ser ejecutada con la espada (Éx. 21:20)
“Y
si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo su mano,
será castigado”
Como
parte de las leyes dadas por Dios a su pueblo como parte de su pacto se
estableció aquellas que regulaban la pena capital en el caso de transgresión.
Éxodo 21:20 señala “Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y
muriere bajo su mano, será castigado”, ¿de dónde se saca eso de que dicha pena
de muerte debe ser ejecutada con la espada?
Entre
los israelitas, como entre todos los demás pueblos en los que existía la
esclavitud, el propietario posee el poder de castigar a sus siervos
delincuentes. Pero el ejercicio de la autoridad absoluta es susceptible de ser
abusado a veces; y, por lo tanto, con el fin de frenar la indulgencia de la
pasión destemplada, o los excesos de la severidad indebida, los amos hebreos
estaban expuestos a rendir cuentas por el maltrato de sus siervos; y en casos
extremos, cuando la muerte del siervo resultaba de la inflicción con el palo,
su amo se hacía, a los ojos de la ley judía, odioso al castigo.
Sin
embargo, no se especifica el monto exacto del castigo; porque como no podía
haber retención por parte del amo para matar a su siervo, la sentencia de
muerte otorgada en el caso descrito, habría sido manifiestamente injusta. El
tipo de castigo probablemente se dejó para ser determinado, en investigación
judicial, de acuerdo con los principios generales de la ley.
Pero
la frase יִנָּקֵֽם נָקֹ֖ם, yin·nā·qêm
nā·qōm, “será castigado”, indica que el castigo debía ser severo, y de
ninguna manera remitido. Los comentaristas judíos afirman que esa ejecución se
hacía con la espada.
No
hay manera de saber si esto es así, pero incluso de esa interpretación podemos
sacar una comprensión espiritual a la luz de que la Palabra es referida como
una espada.
Hebreos
4:12
Porque
la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos
filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
De
igual forma, al regreso de nuestro Señor, la Escritura señala que Él destruirá
a sus enemigos con la espada que sale de su boca, obvio: en alegoría a la cita
anteriormente indicada.
Revelación
19:15-15
De su
boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá
con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios
Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE
REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
Más
sin embargo hay más pues, en la cita inicial se menciona a un siervo que muere bajo
la mano de su amo a causa de los palos que éste le propina.
Espiritualmente
la relación amo-siervo apunta a aquellas personas que ejercen autoridad espiritual
sobre otros, esa autoridad espiritual debe hacerse conforme a la Palabra.
1
Pedro 5:1-4
Por
tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo
de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de
ser revelada: pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no
por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del
dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os
han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,
recibiréis la corona inmarcesible de gloria.
Es
interesante que en la cita original, el castigo que no debe conducir a muerte es
con un palo, lo cual apunta a la enseñanza de la Palabra, tanto escrita como hecha
carne.
Éxodo 15
22 E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y
salieron al desierto de Shur; y anduvieron tres días por el desierto sin hallar
agua. 23 Y
llegaron a Mara, y no pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas;
por eso le pusieron el nombre de Mara. 24 Entonces
el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber? 25 Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le
mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les
dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; 26 y
dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto
delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus
estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti;
porque yo soy Jehová tu sanador. 27 Y
llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y
acamparon allí junto a las aguas.
Con esto puede entenderse el simbolismo de
aquel suceso relatado en Éxodo relativo, precisamente, a unas aguas amargas en
el contexto de rebeldía, que son endulzadas por un madero que en ella Moisés
hecha, símbolo del madero donde nuestro Señor expiaría nuestros pecados.
De esta forma, aquellos que tienen alguna autoridad
sobre la grey, no deben usar la Palabra, tanto escrita como hecha carne, para castigar
a tal grado a aquellos transgresores que el castigo mismo los haga morir, es decir,
que se desanimen tanto que terminen deteniendo su andar a las promesas que a los
elegidos se les han dado siendo que, si así es el caso, esa autoridad tendrá que
responder son su vida.
Lucas 12
41 Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta
parábola a nosotros, o también a todos? 42 Y dijo el Señor: ¿Quién
es el mayordomo fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa, para que
a tiempo les dé su ración? 43 Bienaventurado aquel
siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. 44 En verdad os digo que le pondrá sobre
todos sus bienes. 45 Mas si aquel siervo
dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los
criados y a las criadas, y a comer y beber y embriagarse, 46 vendrá el señor de aquel siervo en
día que este no espera, y a la hora que no sabe, y le castigará duramente, y le
pondrá con los infieles. 47 Aquel siervo que
conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su
voluntad, recibirá muchos azotes. 48 Mas el que sin
conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a todo aquel a
quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya
confiado, más se le pedirá.
El
mandamiento contemplado en las leyes mosaicas de que la pena de muerte puede
ser ejecutada con la espada, sigue vigente, más sin embargo espiritualizado referido
aquellos que tienen alguna autoridad
sobre la grey, no deben usar la Palabra, tanto escrita como hecha carne, para castigar
a tal grado a aquellos transgresores que el castigo mismo los haga morir, es decir,
que se desanimen tanto que terminen deteniendo su andar a las promesas que a los
elegidos se les han dado.

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