228. [La pena de muerte] Puede ser por fuego (Lv. 20:14)
“El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza; quemarán con fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros”
Como
parte de las leyes dadas por Dios a su pueblo como parte de su pacto se
estableció aquellas que regulaban la pena capital en el caso de transgresión.
Levítico 10:14 señala “El que tomare mujer y a la madre de ella, comete vileza;
quemarán con fuego a él y a ellas, para que no haya vileza entre vosotros”,
¿por qué en este caso la Escritura claramente declara que la manera en que
habrán de morir los transgresores es por medio del fuego?
El
fuego en la Escritura tiene una connotación de purificación, claro cuando hay
algo que puede ser purificado:
Números
31:23
todo
lo que resiste el fuego, pasaréis por el fuego y será limpio, pero será
purificado con el agua para la impureza. Mas todo lo que no resiste el fuego lo
pasaréis por agua
El
problema se da cuando aquello que se desea purificar está completamente inicuo no
habiendo nada salvable, en ese caso el mismo fuego actúa como destructor
Revelación 20:7-15
Y la muerte y el Hades fueron lanzados al
lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el
libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
En
el caso particular que nos trata, el hombre que toma a una madre junto con su hija
para hacerlas sus mujeres, hace esto con pleno conocimiento de ellas, no es una
cuestión de imposición, sino una aceptación de las tres partes participantes, en
ese sentido la iniquidad es completa por lo que el fuego, en vez de purificar, al
no encontrar nada salvable, termina consumiendo a los transgresores.
Para los elegidos lo anterior es de suma importancia
ya que, desde esa perspectiva, hay pecados que, al incluir cuerpo, mente y emociones,
al hacerlos tan conscientemente, envilecen tanto que no queda nada rescatable en
uno. En ese sentido, al enfrentarse uno al fuego purificador lo sentirá realmente
como un fuego consumidor siendo destruido.
El
mandamiento contemplado en las leyes mosaicas de que la pena de muerte puede
ser por fuego, sigue vigente, más sin embargo espiritualizado referido aquellos que, habiendo cometido una
falta, mostrándose en rebeldía, serán consumidos por el fuego purificador de Dios
que, en su caso, será un fuego consumidor.

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