179. Se deben examinar a fondo los testigos (Dt. 19:15)
“No
se tomará en cuenta a un solo testigo contra ninguno en cualquier delito ni en
cualquier pecado, en relación con cualquiera ofensa cometida. Solo por el
testimonio de dos o tres testigos se mantendrá la acusación”
Como
parte del pacto establecido entre Dios y su pueblo, claramente se señaló la
obligación de testificar para aclarar situaciones relativas a transgresiones de
otros miembros de la comunidad siendo que ese testimonio debía ser hecho
siempre basados en la verdad.
Lo
anterior aplica de igual manera para aquellos elegidos que hoy, habiendo
respondido al llamamiento del Padre para venir a salvación en el presente
siglo, buscan alcanzar las promesas que se les han hecho respecto del reino
venidero.
Un reino requiere
de ciudadanos, en el caso del Reino de Dios es igual siendo que estos
ciudadanos serán aquellos que hayan calificado para ser parte del mismo, es
decir, los llamados y elegidos que hayan sido considerado fieles (Revelación
17:14). En este reino el mal no existirá más y las leyes divinas habrán sido
puestas en los corazones de los santos.
Revelación 20
1Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una
gran cadena en la mano. 2 Y
prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo
ató por mil años; 3 y lo
arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase
más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe
ser desatado por un poco de tiempo.
Isaías 11:9
No harán mal ni dañarán en
todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová,
como las aguas cubren el mar.
Ezequiel 11
19 Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y
quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de
carne, 20 para que
anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por
pueblo, y yo sea a ellos por Dios.
Jeremías 31
33 Pero este es el pacto que haré con la casa de
Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la
escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo. 34 Y
no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce
a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más
grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más
de su pecado.
Ahora bien, respecto del
venidero del Reino de Dios, el siguiente punto tiene que ver con la edificación
del mismo, es decir, con aquellos frutos, aquellos resultados, que serán
consecuencia de los fundamentos del reino cuando éste se realice —amor, gozo,
paz y abundancia— sabiendo y entendiendo que las siguientes condiciones, así
como los fundamentos ya vistos, serán permanentes, siendo, en ese entendido,
que en el presente siglo los elegidos, tanto por su fe como por sus obras, están siendo
edificados para ser calificados para ser con Cristo reyes y sacerdotes
Amor
Siendo Dios amor (1 Juan
4:8), la principal característica de Su reino reflejará precisamente esto,
siendo que este amor estará presente en los ciudadanos del reino.
Isaías 19
22 Y herirá Jehová a Egipto; herirá y
sanará, y se convertirán a Jehová, y les será clemente y los sanará.
23 En aquel tiempo habrá una calzada de
Egipto a Asiria, y asirios entrarán en Egipto, y egipcios en Asiria; y los
egipcios servirán con los asirios a Jehová.
24 En aquel tiempo Israel será tercero con
Egipto y con Asiria para bendición en medio de la tierra; 25 porque
Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y
el asirio obra de mis manos, e Israel mi heredad.
Gozo
Dadas las condiciones del
Reino de Dios, tanto en sus fundamentos como en su edificación, otro de los
resultados de esto será el gozo que en el mismo se experimentará, gozo que
todos aquellos que hayan calificado para ser parte del mismo experimentarán
constantemente.
Isaías 65
22 No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma;
porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis
escogidos disfrutarán la obra de sus manos. 23 No trabajarán en vano, ni darán a luz para
maldición; porque son linaje de los benditos de Jehová, y sus descendientes con
ellos. 24 Y antes que
clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído. 25 El lobo y el cordero serán apacentados
juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la
serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte, dijo Jehová.
Paz
Otro de los
resultados visibles, palpables, experimentables del Reino de Dios será la paz,
profunda y extendida que en el mismo se experimentará, paz disfrutada por los
santos que lo habiten.
Miqueas 4
1 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová
será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y
correrán a él los pueblos. 2 Vendrán
muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del
Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas;
porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová. 3 Y él juzgará entre muchos pueblos, y
corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para
azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación,
ni se ensayarán más para la guerra. 4 Y
se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá
quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.
Isaías 32
18 Y mi pueblo habitará en morada de paz, en habitaciones seguras, y en
recreos de reposo. 19 Y
cuando caiga granizo, caerá en los montes; y la ciudad será del todo abatida.
Abundancia
Por último, el Reino de Dios
experimentará una abundancia sin precedentes, abundancia existente, sí, pero
también abonada con el trabajo de los santos que sean parte del reino.
Isaías 55
12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los
collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo
darán palmadas de aplauso. 13 En
lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y
será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.
Isaías 11
6 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará;
el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los
pastoreará. 7 La
vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey
comerá paja. 8 Y el niño de
pecho jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano
sobre la caverna de la víbora. 9 No
harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena
del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.
Amós 9:13
He aquí vienen días, dice
Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que
lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se
derretirán.
Ahora
bien, específicamente en cuanto eso de que “se deben examinar a fondo los
testigos”, esto se refiere a la actitud que debe tener todo elegido de escudriñar
en la Palabra para crecer en el conocimiento de Dios y su Hijo nunca tomando una
sola cita para de ello deducir una doctrina sino estudiando toda la Palabra para
que, con la ayuda del Espíritu de Dios, llegar a la comprensión de aquello.
Vamos
viendo, ¿cómo se alimenta un cristiano como tal?, ¿cuál es su alimento?, sí,
claro, con la comida material cotidiana, pero ¿es es todo? “No sólo de pan
vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4;
Deuteronomio 8:3). Así tenemos que la manera de alimentarse del cristiano,
quien de la Palabra de Dios hace su principal alimento, debe ser igual a la
manera de alimentarse de los animales de tierra aptos para consumo: rumiando.
Uno
es lo que come, dice un dicho popular, y en efecto esto es así, tanto en el
plano materia, emocional, mental y espiritual, de igual forma la Escritura
incorpora este principio. Nadie pretendería que comer la carne de Cristo o
beber Su sangre (Juan 6:51-57) implique efectivamente el consumirlo de manera
material, sino el de volverse uno con Él, por Él y para Él, pero el simbolismo
implícito en ello es muy fuerte, claro y contundente. Por eso de igual forma en
Revelación 17:16 se menciona que los diez reyes de los últimos tiempos comerán
la carne de la ramera, la iglesia apóstata, que implica que se harán como ella
en el sentido de que el poder secular comenzará a legislar como nunca lo hizo
antes en cuestiones morales y éticas dejándola desnuda, es decir, sin la
autoridad religiosa para impedir ello.
Los
animales que rumian se alientan de pasto, de plantas, a diferencia de los que
no rumian que se alimentan de desperdicios o de carroña, ahí el primer
simbolismo de que el alimento debe ser vivo, sano, puro, a diferencia del
desperdicio que es sucio o de la carroña que está muerta. Sobre esto, y
relacionado con la vida del cristiano?, ¿qué es lo que está vivo, que es lo que
le da vida? “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de
la boca de Dios” (Mateo 4:4), “porque la palabra de Dios es viva y eficaz” (Hebreos
4:12), siendo que “el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del
Espíritu es vida y paz” (Romanos 8:6). Así que el alimento de los animales que
rumian vivo, sano, puro, representa para el cristiano las características del
principal alimento del cual él obtiene vida: la Palabra de Dios.
En
cuanto a la manera que tienen estos animales de alimentarse rumiando, el
alimentarse de animales que tengan esa manera de comer implica ese simbolismo
de uno de igual forma ser como ellos a la hora de alimentarnos, ahora bien, ese
alimento en la vida del cristiano como tal, como se mencionó, se refiere a la Palabra de Dios la cual debe
ser rumiada, es decir masticar una y otra vez las Escritura para, al igual que
el fin del rumiar en los animales de tierra, sacar toda la riqueza que la misma
tiene.
Eso
está muy bien, pero ¿menciona la Escritura ese rumiar la Palabra como parte de
la manera en que un cristiano debe alimentarse?
Deuteronomio
6:7
y las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el
camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deuteronomio
11:19
Y
enseñadlas a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y
cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Deuteronomio
31:11
cuando
viniere todo Israel a presentarse delante de Jehová tu Dios en el lugar que él
escogiere, leerás esta ley delante de todo Israel a oídos de ellos.
Deuteronomio
17:19
y lo
tendrá consigo [libro con copia de la Ley], y leerá en él todos los días de su
vida, para que aprenda a temer a Jehová su Dios, para guardar todas las
palabras de esta ley y estos estatutos, para ponerlos por obra;
Josué
1:8
Este
libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y
noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces
harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
Salmos
1:2
Antes
en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.
Salmos
63:6
Cuando
en mi lecho me acuerdo de Ti, En Ti medito durante las vigilias de la noche
Salmos
119:15-17
Meditaré
en tus preceptos, y consideraré tus caminos. Me deleitaré en tus estatutos, y
no olvidaré tu palabra. ¡Cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
1
Tesalonicenses 5:21
Examinadlo
todo; retened lo bueno
1
Timoteo 4:13, 15
Entretanto
que llego, ocúpate en la lectura [de las Escrituras], la exhortación y la
enseñanza... Medita estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento
sea manifiesto a todos.
A
lo largo de la Escritura la instrucción al que forma parte del Pueblo de Dios
es a leer, estudiar, meditar constantemente sobre la palabra de Dios con el fin
de ser ser enseñados, redargüidos, corregidos
e instruidos (2 Timoteo 3:17), este no se da de un momento a otro sino
que es un proceso que dura toda una vida ya que
el Padre está formando a Cristo en nosotros (Gálatas 4:19), siendo que
Él la llevará a término como la pensó (Filipenses 1:6), hasta alcanzar la
estatura perfecta de Cristo (Efesios 4:13), mientras tanto Él nos dice
"bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad (2
Corintios 12:9).
Es
así como el alimentarse de animales que rumian es el indicativo de llegar a ser
como ellos en el sentido espiritual de alimentarse de la Palabra de Dios viva,
sana, pura, leyéndola, estudiándola,
meditándola constantemente.
El
mandamiento contemplado en las leyes mosaicas de que, se deben examinar a fondo
los testigos, sigue vigente más sin embargo espiritualizado referido ese
garantizar que en todo proceso los participantes se conduzcan siempre con
veracidad en cuanto a las testimoniales que sobre los demás hagamos, con
justicia, sí, pero también con misericordia, tal cual corresponde a todo hijo
de Dios.

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