67. Es un mandamiento el realizar el ritual de la ofrenda de harina (Lv. 2:1-2)
“Cuando alguna persona ofreciere oblación a Jehová, su ofrenda será flor de harina, sobre la cual echará aceite, y pondrá sobre ella incienso, y la traerá a los sacerdotes, hijos de Aarón; y de ello tomará el sacerdote su puño lleno de la flor de harina y del aceite, con todo el incienso, y lo hará arder sobre el altar para memorial; ofrenda encendida es, de olor grato a Jehová” Levítico 2 contiene las prescripciones establecidas por Dios como parte de Su pacto con Su pueblo respecto de las ofrendas que se conocen como de harina, las cuales, como señala el versículo 2, eran “ofrenda[s] de olor grato para Jehová”. Las ofrendas de harina, a diferencia de las ofrendas por el pecado, por la culpa o de paz, no buscaban resarcir alguna transgresión hecha contra Dios o contra el prójimo o evidenciar un acto voluntario de cercanía, de agradecimiento, con Dios, sino que eran en sí un acto de comunión con Dios en el sentido de comer juntos, como amigos del mismo pan. ...