197. Los pobres debían recibir préstamos sin intereses (Éx. 22:25)
“Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura”. Como parte del pacto que en su momento Dios hizo con su pueblo, decretó ciertas normativas que bien podrían indicarse como de solidaridad con el prójimo. Obvio que esto es posible cuando uno ha sido bendecido de parte de Dios siendo que esas bendiciones no son para beneficiarnos egoístamente, sino que para, siguiendo su ejemplo, extendamos la mano a aquel que tiene alguna necesidad. Salmos 68:1-18 contiene la relatoría relativa a los beneficios con que Dios colma a aquellos que le obedecen. Salmos 68 1 Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma. 2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado. 3 Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios. ...