Primero lo natural, luego lo espiritual

  “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”   La relación con Dios, quién es espíritu, debe ser de naturaleza espiritual. Desde el principio Dios nos dice algo que hemos comprobado con el devenir de la historia humana: por más buenas intenciones que uno tenga al tratar de representar a la divinidad es muy fácil que por nuestra naturaleza esto se desvíe a devociones o cultos que nos alejen del Dios verdadero, viviente, veraz, por ello en esta disposición normativa se hace énfasis en no desviar nuestro culto debido a Dios hacia imágenes hechas por el hombre, en ese sentido dicha disposición está íntimamente relacionada con el segundo mandamiento de “no te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra” (Ex. 20:4), es por ello que es men...

  “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”   La relación con Dios, quién es espíritu, debe ser de naturaleza espiritual. Desde el principio Dios nos dice algo que hemos comprobado con el devenir de la historia humana: por más buenas intenciones que uno tenga al tratar de representar a la divinidad es muy fácil que por nuestra naturaleza esto se desvíe a devociones o cultos que nos alejen del Dios verdadero, viviente, veraz, por ello en esta disposición normativa se hace énfasis en no desviar nuestro culto debido a Dios hacia imágenes hechas por el hombre, en ese sentido dicha disposición está íntimamente relacionada con el segundo mandamiento de “no te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra” (Ex. 20:4), es por ello que es men...

  “No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen”   La relación con Dios, quién es espíritu, debe ser de naturaleza espiritual. Desde el principio Dios nos dice algo que hemos comprobado con el devenir de la historia humana: por más buenas intenciones que uno tenga al tratar de representar a la divinidad es muy fácil que por nuestra naturaleza esto se desvíe a devociones o cultos que nos alejen del Dios verdadero, viviente, veraz, por ello en esta disposición normativa se hace énfasis en no desviar nuestro culto debido a Dios hacia imágenes hechas por el hombre, en ese sentido dicha disposición está íntimamente relacionada con el segundo mandamiento de “no te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra” (Ex. 20:4), es por ello que es men...

  “No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo Jehová vuestro Dios”   La relación con Dios, quién es espíritu, debe ser de naturaleza espiritual. Desde el principio Dios nos dice algo que hemos comprobado con el devenir de la historia humana: por más buenas intenciones que uno tenga al tratar de representar a la divinidad es muy fácil que por nuestra naturaleza esto se desvíe a devociones o cultos que nos alejen del Dios verdadero, viviente, veraz, por ello en esta disposición normativa se hace énfasis en no desviar nuestro culto debido a Dios hacia imágenes hechas por el hombre, en ese sentido dicha disposición está íntimamente relacionada con el segundo mandamiento de “no te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra” (Ex. 20:4), es por ello que es menester antes éste último.   “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en ...